Un viento tenue baña
mi mustio talante.
La leve brisa desnuda
mi ilusa alma, me
invita a soñar.
Sueño con un mar adentro,
con delfines de colores,
con medusas trasparentes,
con rocas con miles flores.
Camino por la playa
de caliente arena blanca.
Y siento un placer impasible…
Pienso en tu silenciosa barca,
con su navegar cansado.
En tus manos aferradas
al loco timón dorado.
Yo sobre vuelo pasiva
a su vela de papel.
Una voladora ola la lame,
y se funde, hasta desaparecer.
Soñar es la nada,
seguida de otra nada.
Manuela